En Sudáfrica se celebra en estos días, el encuentro de millones de seres humanos, alrededor de una de las pasiones colectiva que despierta grandes ardores, amores y como somos tan imperfectos, a veces también, absurdas rivalidades derivadas de un fanatismo nada sano, ni deportivo.
Sin entrar en consideraciones profundas sobre el deporte del fútbol, sobre los millones que danzan a su alrededor, sobre sus virtudes y sus vicios.
Tampoco para criticar ni defender que el Mundial de fútbol, sea en Sudáfrica.
(ya se ha escrito bastante sobre el tema)
Hoy esta aprendiz de vida y de poesías, que con frecuencia (más de lo debido) esconde su cabeza de las realidades, como dice el mito, esconde el avestruz, su cabeza en la tierra; sólo quiere mostrar una foto que le dio la vuelta al mundo.
Hoy 16 de Junio, en Soweto, el barrio negro de Johannesburgo, hace treinta y cuatro años, ese 16 de junio de 1976, fueron masacrados 565 niños en edades de 12 a 16 años
Niños que salieron a protestar a la calle, por la imposición de la lengua afrikán en sus escuelas. Idioma considerado como símbolo de la opresión de una minoría blanca sobre la población negra.
La foto fue tomada por el reportero gráfico Sam Nzima.
La foto captó a Héctor Pieterson, agonizante y con solo 12 años en brazos de su hermana Antoinette de 17 años
Captó a una hermana, llevando el dolor y el horror en sus brazos y en su mirada, una desgarradora interrogante.
Captó la atención mundial, y se convirtió en lo que ha sido considerado por muchos, el principio del fin del Apartheid.
Hoy, Antoinette tiene 50 y trabaja como maestra y curadora del museo que lleva el nombre de su hermano asesinado por la policía.
Ese día, en que un sadismo más, fue impuesto y ejecutado por la cobardía.
Hoy además del Mundial de Fútbol, en Sudáfrica, donde los negros y los blancos han aprendido a no odiarse, pero tampoco a quererse; donde ya no existen los guettos, pero sí más del 50% de la población negra vive en la miseria y donde la corrupción está haciendo de las suyas; en el Museo Hector Pieterson, este miércoles se recordará, lo infinitamente vil e injusto que puede llegar a ser el ser humano.